Entrevista

may

2016

César Pizarro: “Nunca, históricamente, se ha solucionado un problema de origen social con más cárceles”

Las injusticias nos dan rabia, pero luego del enojo, ¿qué viene?

César Pizarro es el presidente de 81 Razones, una agrupación que reúne a los familiares de las víctimas del incendio de la cárcel de San Miguel. Pero la causa que moviliza a César no responde sólo a la muerte de su hermano en el siniestro, sino también a las condiciones de vida de todas las personas privadas de libertad.

Por Matías Concha P.

¿Cuáles son las 81 razones que los movilizan?

Hoy día son más de 81 razones las que nos mueven. En el principio, cuando nació la agrupación pensamos que teníamos sólo 81 razones por las que luchar, pero con el tiempo nos dimos cuenta que nuestra causa no respondía solo a la muerte de nuestros hermanos y familiares, sino también a las condiciones de vida de todas las personas privadas de libertad. Algo nos decía que también había que luchar por los hermanos que no fallecieron ese día, por sus familias, por las condiciones de vida de los presos, pero también por la dignidad de las personas que trabajan en las cárceles. Nuestra labor es ir humanizando el mundo de la cárcel.

Nuestra sociedad tiende a generalizar en base a prejuicios, “los pobres viven en la calle porque son flojos” es el típico comentario de las personas a quienes la exclusión social no les provoca nada. ¿Qué piensas cuando escuchas comentarios que dicen “no importa que murieran porque eran delincuentes”?

Al principio me daba rabia y quería contestarle a todos por las redes sociales. Pero también hay que entender la rabia de la gente, porque la delincuencia es algo que nos molesta  todos, da mucha rabia que te quiten lo que ganaste con tu trabajo y más cuando te golpean y agreden. ¿Quién no está chato de los cogoteos en la micro? Pero también hay que reconocer que nuestra justica tiene un precio. Vivimos en un país en el que si tengo plata puedo atropellar, robarle a la gente, coludirme y salir libre. Sólo basta con ir a la cárcel y ver que la mayoría de los presos son personas pobres, cuando están lejos de ser los únicos que comenten delitos en Chile.

¿Qué impresión tienes de la Agenda Corta Antidelincuencia?

La agenda corta es pan para hoy día y hambre para mañana. Este Gobierno y el Gobierno anterior propusieron lo mismo diciendo: “hagamos la guerra contra la delincuencia metiendo a más gente presa”. La solución de los gobiernos ha sido siempre la misma: hacer más cárceles para meter a más gente presa. ¿Creen que encerrando a la gente y dándole más años de cárcel van a solucionar la delincuencia? Nunca, históricamente, se ha solucionado un problema de origen social con más cárceles. Pero, ¿quién se hace cargo de la reinserción? Gendarmería invierte sólo el 2% en reinserción. ¿Qué va a pasar en cinco o diez años más, cuando las 10 mil o 15 mil personas más que se quieren encarcelar con esta nueva ley salgan de la cárcel aún más deshumanizados y con más rabia contra la sociedad?

¿Quiénes se preocupan por la vida de las personas privadas de libertad cuando han roto todo contacto afectivo con el exterior?

¡Sí existe gente que se preocupa de los presos! Por ejemplo, una amiga que  trabaja con nosotros vivió una experiencia muy difícil, a su esposo le llegó un balazo un día que fue a comprar a la ferretería mientras ella lo esperaba con su hijo en la casa. Su esposo murió ahí mismo. Uno podría preguntarse ¿Por qué ayuda si le paso algo así? La respuesta es que ella tiene un tipo de pensamiento que va más allá de la venganza y la rabia. Ella tiene el tipo de mentalidad que nuestro país necesita. Porque trabaja con el corazón. Si todos le copiáramos un poco a ella, nosotros, el gendarme, el policía, el chofer con el pasajero, los mismos presos… todos tendríamos una sociedad mucho más humana.

¿Y dentro de la cárcel?

Los mismos presos ayudan a otros presos, gendarmes comprometidos, abogados que son re jugados y muchas ONG’S como la nuestra. Pero ha sido difícil unirlos a todos, porque este es un mundo muy marginado, todos los días vemos en las noticias cogoteos, asaltos, asesinatos, ¿Quién va a querer ayudarlos? La mayoría sólo quiere que se pudran en la cárcel o que se quemen encerrados. La gente que critica la cárcel y le importa un carajo este mundo, sólo se preocupan por esta realidad cuando tienen un familiar en la cárcel o ellos mismos van derechito para allá. Sólo entonces se dan cuenta que todas las personas merecen un trato digno.

¿Funcionan los programas de reinserción?

En algunos casos sí funcionan. Por ejemplo, con el Capellán de Gendarmería Luis Roblero, están funcionando los “espacios Mandela” donde se imparten diferentes talleres y oficios que han resultado. Pero otro tema es qué hacer con los diplomas, porque las oportunidades laborales se cierran completamente cuando se tienen los papeles manchados. Entonces muchos optan por otros caminos, como ser vendedores ambulantes porque nadie los contrata, y como son productos ilegales los que comercian se vuelven a ir presos y todo de nuevo. Por eso también estamos luchando porque se elimine el Decreto Ley N°409, con el fin de que una vez cumplida su condena la persona salga con los papeles limpios, pero con un seguimiento especial de ocho meses a un año, y así pueda rehacer su vida trabajando de nuevo.

Es muy difícil educar a los jóvenes cuando a la vuelta de la esquina se encuentran con la promesa de un narco que les dice “Aquí están los vivos y los giles, dentro de los vivos están los empresarios coludidos, los dirigentes corruptos y los círculos de influencia, los amiguismos y el pituteo. Ellos hacen lo mismo que nosotros. ¡Porque éste es el mundo de los vivos! Aquí tienes la oportunidad de conseguir lo que jamás vas a tener en tu vida”. ¿Cómo educas a tu hijo cuando algunos se empeñan en hacerlos vender su libertad?

¡En este país el sueldo mínimo es una vergüenza! Hay personas que se sacan la cresta trabajando pero siguen siendo pobres porque el sueldo no les rinde para nada. Sincerémonos, los sueldos no alcanzan ni siquiera para pagar la micro, arreglar la casa o darse un gusto, ni menos para ir al cine con los hijos, y qué decir de la educación. En mi caso, gracias a Dios tengo a mi señora al lado, porque juntos educamos a nuestro hijo para que sea por sobre todo una buena persona. Intentamos enseñarle que las cosas que tenemos las lograremos con esfuerzo para que no sea materialista. Así cuando el narco de la esquina tire su anzuelo, él le  responda diciendo: “No, con trabajo y esfuerzo también se puede porque mis papás lo lograron”.

 Tú fuiste capaz de canalizar el enojo involucrándote en una causa que busca justicia para las personas privadas de libertad. ¿Después de la rabia qué vino en tu vida?  

Saber que un hermano murió calcinado, encerrado y en la cárcel no se lo deseo a nadie. Algo así no debiera pasar nunca más, ni con los mineros, ni en las cárceles, ni en las marchas, nunca… Si hubiera estado solo quien sabe cómo habría terminado, quizás tirado por ahí. Pero yo no estuve solo, porque ver los ojos de mi señora me ayudó, también tener a mi hijo al lado me ayudó… Cuando lo veía (a mi hijo) caché que yo quería dejarle una mejor sociedad, para que él nunca viviera algo así, por eso pasé de la rabia a involucrarme… por ellos.